La Confianza en Dios (Primera parte)
“Confía en el Eterno y haz el
bien; Vive en la tierra y disfruta con fe.” (Salmo 37:3)
Lo primero que menciona el Rey
David en este verso es “Confía en el Eterno”
que quiere decir que Dios nos
apoyará y nos suplirá con todo lo necesario para que hagamos el bien. Pero si
por el contrario, analizamos este verso pensando que Él nos recompensa por
nuestras buenas acciones, estaremos bloqueando la verdadera confianza en Él.
En Pirkei Abot 1:3 dice que “No seas como los sirvientes que
sirven a su amo con el objetivo de recibir un premio inmediato.” Si hacemos
esto traeremos a colación nuestros pecados. Los sabios dicen que hay tres cosas
que sacan a colación los pecados de una persona:
1. Caminar cerca de una pared a
punto de colapsar (Tomar riesgos).
2. Esperar una gratificación
inmediata después de una oración.
3. Pedir al cielo para que se juzgue
a un vecino.
En cada caso la menciona como el
alto sentido de juzgar (especialmente a los demás) que tenemos, causa que se
nos sabrá un record en las alturas que revelan nuestros pecados. (Berajot
55a)
Todo esto nos enseña que la
verdadera confianza en Dios es hacer
cosas lo mejor posible sin esperar nada a cambio, esto es uno de los principios
fundamentales de la Torá. Cuando el rey
David dice “Vive en la tierra y disfruta con fe” se refiere a que no debemos
ser débiles o haraganes en materia de sustento y en nuestro estilo de vida
porque “Bueno es que tomes esto, y también de aquello no apartes tu mano;
porque aquel que a Dios teme, saldrá bien en todo.” (Eclesiastés 7:18)
Nuestros sabios comentan que “En
donde no hay comida, no hay Torá” sin las
necesidades de materiales satisfechas, el hombre no puede orarle a Dios,
Bendito sea Él, ni darle el respeto y la devoción que ella se merece. (Pirkei
Abot 3:17)
Está claro que en el santuario la
Menorah que cuyo significado era la sabiduría estaba ubicada hacia el Sur y el
Shuljan (mesa) (Éxodo 26:35) que
contenía los panes simbólicos que por medio de ellos entraba sustento y
abundancia al mundo, estaba en el Norte (Éxodo 26:35). Como el Norte y el Sur
estaban alienados uno al otro, nos enseña que la sabiduría no puede existir en
este mundo físico sin sustento y la satisfacción de los medios materiales. El
Rey David dijo: “Vive en la tierra” (Salmo 37:3) queriendo decir deberíamos participar en el
mundo del comercio para poder obtener su sustento y sus propias ganancias, pero
aunque deberías de buscar una manera de sostenerse no debemos asumir o pensar
en hacerlo de forma justa o injusta, por esa razón, el Rey David terminó el verso diciendo: “aprecia
mucho la fe”, es decir, vive en la tierra y asóciate con las personas, se fiel
en tus negocios y no pienses en acumular
riquezas en una forma injusta. El profeta declara: “El que adquiere riquezas y
no por derecho, en el medio de sus días y al fin de su tiempo será un tonto”.
(Jeremías, 17:11)
El verso comienza con confianza y
termina con fe, para explicarnos que la fe n Dios es incluida dentro del
concepto de confiar en Él, porque es reconocido que el que tiene confianza,
también tiene fe, pero una persona que tenga fe talvez no tenga confianza en
Dios por miedo de que sea deprivado de ayuda divina por cuenta de sus pecados o
por haber sido recompensado por sus buenas acciones, porque se miedo indica que
carece de confianza de ayuda divina. Por esa razón nada más por el miedo de
haber pecado el usaría los métodos acostumbrados por el mundo, para tratar de
salvarse de sufrimiento y lograr su deseo como nuestro patriarca Jacob preparó
medidas normales defensivas cuando su hermano Esav se aproximaba, (Génesis 32:
14-21) Porque él tenía miedo de que por sus pecados no sea digno de la
protección asegurada de Hashem.
La persona que es motivada por el
atributo de confianza está aseguradamente llena de fe, porque la confianza es
el fruto del árbol y la fe es el árbol en sí, al igual que la fruta significa
la existencia del árbol eso no da garantía de que exista la fruta. De esta
misma manera la confianza es prueba de que existe la fe, aunque la fe no
comprueba que existe la confianza. También encontraras prueba de esto, cuando
se le aplica a la sabiduría y a la piedad, la piedad es una señal de sabiduría,
él no podría haber llegado a la estatura de piedad sin sabiduría. Como nuestros
sabios dijeron, una persona ignorante no puede ser piadosa (Pirkei Avot 2:6),
sin embargo su sabiduría no es señal de que no
será piadoso porque es posible tener conocimiento y a la vez ser malo,
como fueron Menashe y sus colegas. (Reyes 21:1)
El justo, Rabeinu Yona, cuya
Bendita memoria sea, explicó que el propósito de la confianza es que el hombre
reconozca en su corazón,que todo está en la manos del cielo, eso quiere decir
que todo está en el poder de Dios para cambiar las leyes de la naturaleza y
así cambiar la fortuna de una persona y
que “No hay nada que restrinja a Hashem de salvar a los muchos y a los pocos.” (1 Samuel 14:6)
Hasta cuando un problema está
cerca, la ayuda de Dios está de
inmediata, “Porque Él puede hacer cualquier cosa y ningún plan puede ser
escondido de Él (Job 42:2) “Hasta
cuando la espada está contra tu cuello, no se debería de descartar la
posibilidad de ser salvo porque el libro de Job 13:15 explícitamente
dice: “Aunque me mate todavía voy a confiar en Él.” Por esa razón es cuando el
profeta Isaías visitó al rey Ezequías que estaba enfermo y le dijo: “Pon orden
tu casa porque te vas a morir y no vas a vivir.” (Reyes 20: 1). Ezequías
le respondió al profeta: “Yo he recibido una tradición de mis antepasados que
aunque la espada esté contra su cuello estirado, no debemos desesperarnos de la
misericordia divina” porque el todo poderosos tiene muchas alternativas. (Reyes
20: 6)
Una de las cosas esenciales de la
confianza en Dios, es que el hombre sin falta, puede confiar que Dios va
escoger aquello que le pueda beneficiar
y más todavía, el hombre nunca debería de pensar que la elección final en
cualquier caso es solo de él, porque ocasionalmente uno considera que su
decisión es favorable para su bienestar pero el resultado es lo opuesto, en
todo caso cada persona deberá someterse o aceptar lo que Dios acoge que es superior, porque Él
es quien escoge y no nosotros, es quien sabe mejor lo que nos benéfica o
perjudica. Sobre esta idea el Rey David rezó pidiendo a Dios: “Causa que yo
conozca el camino por el cual yo debería de caminar” (Salmos 43:8)
aunque algo mal le caiga debería de atribuirlo a una corrección divina, porque
a quien Dios ama Él corrige (Proverbios 3:12) y que es todo para su
bien, para quitarle el pecado, acércalo
a Dios y para añadirle a su porción en el mundo de las recompensas.
El confiar el Dios no es
solamente contar con Él en general, pero si en cada detalle de nuestra vida y
por este medio Él estará consiente de la pueda del cielo en cada momento y de
esa manera aunque no tenga éxito en lo que se decidió hacer, la recompensa por
confiar en Él será más valiosa que de lo que se hubiera ganado y si tiene éxito
su recompensa será el doble.
Está escrito “En todos sus
caminos reconócelo a Él y Él los guiará” (Proverbios 3:6) esto quiere
decir que además de recibir la gran recompense del cielo por nuestra confianza,
también tendremos éxito por reconocer al Santo Bendito sea, siendo este el
mayor del atributo de la confianza.
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