Las costumbres Sefarditas de Rosh Hashaná
Rosh Hashana es una oportunidad de renovación para cada judío, en su relación con Dios, a través de la oración y el arrepentimiento. Las oraciones tradicionales incluyen solicitudes de perdón por nuestras faltas cometidas durante el año anterior, y peticiones para que Dios nos concede un año mejor que el último, lleno de bondades, bendiciones, salud y dulzura.
Aunque
la mayor parte de las oraciones formales son ofrecidas en la sinagoga, algunas
de las oraciones más importantes son las que vienen directamente del corazón, o
que se ofrecen en unión con nuestras familias durante la cena de la
fiesta.
Una
de las costumbres más bellas practicadas en la mayoría de las casas judías es
la de comer manzanas sumergidas en miel, mientras expresamos la oración de que
este Año Nuevo sea dulce, como la manzana impregnada con miel.
Esta
costumbre que se practica en todas las comunidades judías (asquenazí y sefardí)
es solamente una parte del rito practicado en las familias sefarditas.
La
mayoría de los judíos sefarditas practicamos un Seder de Rosh Jashana. Durante
este rito se ingieren comidas simbólicas y se acompañan con oraciones apropiadas
para el Año Nuevo. Las oraciones que acompañan las comidas simbólicas se
relacionan con el nombre, el sabor o a la apariencia de la comida. Cada
oración, cuando es ofrecida en hebreo, comienza con las palabras Yeji ratzon.
Por esa razón la ceremonia se llama en ladino los Yeji rasones. Yeji rason
quiere decir literalmente que sea su voluntad.
El
origen de esta costumbre es muy antigua y es mencionada en el Talmud, pero
desafortunadamente fue descontinuada en el rito asquenazí hasta recientemente,
cuando algunas comunidades asquenazí han vuelto a usarlas, basadas en sus
estudios Talmúdicos y su experiencia con las costumbres sefarditas.
Las
comidas simbólicas, y el método de prepararlas, varían de país en país. Las
siguientes son las más comunes y los Yeji rasones son los más populares en el
mundo sefardí.
La
manzana sumergida en miel o azúcar, se acompaña con el yeji rason, significa
que el año nuevo sea dulce como esta manzana. La costumbre viene por asociación
al término cabalista jakal tapuchin, una finca de manzanas que se refiere a la
justicia divina. Esta oración toma simbólicamente la justicia divina y la
sumerge en dulzura.
El
puerro (leek en inglés), se cocina en una salsa o en forma de frituras, y se
come acompañado por el Yeji rason, que nuestros enemigos sean cortados de la
faz de la tierra. El Talmud explica que esto está relacionado con la frase en
arameo Sheyiskartenu oyevenu, que nuestros enemigos sean cortados, y esta frase
suena similar al nombre de la planta en arameo, karti.
Se
preparan chalotes o cebollinas en salsa o en frituras y se comen con el yeji
rason, “que nuestros enemigos se desaparezcan”. De acuerdo al Talmud también es
por el sonido del nombre de la planta. En arameo esta se llama Salka y es
similar a la oración sheyistalek oyevenu, “que nuestros enemigos se
desaparezcan”. Otra forma de ofrecer esta oración es comiendo dátiles que son
acompañados por la misma oración, pero esta vez por la frase sheyitamu, que es
similar a la palabra tamar o datil.
La
calabaza se prepara con una salsa dulce para ofrecer la oración shetikra
oyevenu, que cualquier juicio divino contra nosotros sea anulado. Este también
se basa en la palabra aramea para la calabaza.
Se
acostumbra comer pescado porque los peces se multiplican en alto número en el
mar. Esto acompaña la oración para que nuestras acciones positivas sean
multiplicadas durante el año que entra, y que nuestros méritos también sean
multiplicados. El pescado se cocina con la cabeza entera. Cuando se come la
cabeza se dice la oración para que seamos líderes durante el año nuevo. También
se considera el simbolismo de que los peces no tienen párpados, como recuerdo
de que Dios siempre nos está guardando de todo daño.
Los
frijoles tipo carita se comen con la oración para que nuestras buenas acciones
del año pasado sean recordadas. Esto es por el nombre de rubiya, que es similar
a rov en hebreo, que significa muchas y
se refiere a las buenas acciones del año pasado.
También
se acostumbra comer la granada como símbolo de ser fructíferos durante el año.
La oración que acompaña esta comida se refiere a que seamos bendecidos con tantos
mitzvot como semillas tiene la granada, y que todo el trabajo de nuestras manos
sea tan próspero como las semillas de la granada. Hay una leyenda que señala
que la granada tiene 613 semillas, el mismo número de mitzvot que hay en la Torá. Otra conexión
simbólica de la granada es que esta se parece al vientre de la mujer, lleno de
semillas, y esto se llama en hebreo rechem, que es la raíz de la palabra
rachmana o misericordia.
Otra
costumbre sefardí es de leer el libro entero de los salmos dos veces durante la
fiesta. Esto se hace porque el libro contiene 150 capítulos y, al repetirlo, se
conecta con el número 300, que equivale en guematria a la palabra caper o
expiado. Guematria es el sistema de calcular el valor numérico de palabras en
hebreo, usando las letras como números.
Al
final de los servicios de Rosh Hashana se acostumbra saludar a nuestro prójimo
con una oración de esperanza: Tizku leshanim rabot neimot vetobot, “que seas
recordado por muchos años, agradables y buenos”. La persona que recibe este
saludo responde, tizke vetijye vetarikh yamim,
“que seas recordado para largos días”. En Ladino este saludo se
dice “años muchos y buenos”.
Por el Rabí Rigoberto Emmanuel y la Rabanit Viñas
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